Paparajote. Un nombre muy guay para un
dulce muy guay típico de Murcia.
Se trata de una hoja de limonero
rebozada con leche, harina y huevo a la que después se le espolvorea
azúcar y canela. Lo suyo es acompañarlos con un vino dulce o con un
buen café de pote.
Pablo Pandilla, que lo sabe todo sobre
gastronomía murciana (os recomiendo su blog Chupa la gamba) me
contó que los mejores paparajotes los preparan en las barracas de
las Fiestas de Primavera (este año del 30 de marzo al 7 de abril) y
de la romería de la Virgen de la Fuensanta, en septiembre. Las
barracas eran las viviendas típicas de la huerta murciana; hay 45
repartidas por la ciudad y, en las fiestas, las peñas huertanas las
abren a todo el que quiera degustar comida tradicional.
Si vamos a la ciudad fuera de esas
fechas, Pablo me recomienda comer paparajotes en La Parranda, que
debe su nombre al canto típico de Murcia. Allí los tienen todo el
año.
Aviso para novatos: ¡la hoja no se
come! Sirve para darle “el toque” a la cobertura.
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